Parabenos, siliconas y sulfatos son tan solo algunos de los ingredientes que aparecen en una larga lista de sustancias que están muy presentes en nuestro día a día y cuyos efectos en la salud están en entredicho. No son algo excepcional, sino que los usamos a diario y en productos tan cotidianos como nuestro champú. Este uso habitual podría llevarnos sin darnos cuenta de ello a un abuso de consecuencias inciertas para nuestra salud. Por eso, pretendemos crear conciencia de la conveniencia de elegir champús sin sulfatos. Pero, ¿esta recomendación es para todos? ¿Cuándo usar un champú sin sulfatos? Te lo aclaramos.
Cuándo usar un champú sin sulfatos
Si notas tu pelo seco, quemado, deshidratado, sin vida. O peor aún, cada vez encuentras más pelos en la almohada, en tu cepillo o en el plato de la ducha, es decir, si te estás enfrentando a una caída de pelo que te preocupa porque no conoces los motivos, es momento de dejar de utilizar champús con sulfatos. Pero, ¿por qué? Vamos a verlo.
Los sulfatos son agentes muy agresivos que se usan para la limpieza. Lo mismo podemos aplicarlos para lavar el pelo, que para limpiar nuestra piel o incluso nuestros dientes. Su capacidad es la limpiar en profundidad y lo hace con gran potencia. A diferencia de otros limpiadores, los sulfatos consiguen disolver la grasa y hace que la suciedad se desintegre, para que pueda ser removida y eliminada por completo. Por lo tanto, estamos ante un limpiador de primera.
Ahora bien, el hecho de que este elemento sea tan bueno limpiando, no quiere decir que también sea bueno para la salud. De hecho, hay estudiosos que nos alertan del uso de los sulfatos, porque agrede la piel y el pelo haciendo que estos queden más expuestos a enfermedades, al tiempo que los afea porque los envejece.
De modo que, ¿estamos como locas buscando remedios anti edad, que nos hagan ver jóvenes, saludables y bellas y resulta que cada día cuando entramos a la ducha estamos estropeando nuestra piel y cabello sin que nos demos cuenta? Todo apunta a que sí. La buena noticia es que saberlo nos permitirá poner remedio, porque la solución es tan simple como utilizar un champú sin sulfatos.
Pero vayamos al quid de la cuestión, ¿cuándo usar un champú sin sulfatos? Pues de entrada, si te gustan los productos elaborados de manera natural y con ingredientes procedentes de la madre Tierra, dile adiós al champú con sulfato de inmediato. Lo mismo te decimos si no eres amiga de los químicos. Pero desde luego, tienes que usar obligatoriamente champú sin sulfato si tienes el pelo seco o algún problema en tu cuero cabelludo, siempre y cuando tu cabello no sea excesivamente graso.
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Tan solo en el caso de cabellos demasiado grasos, los sulfatos podrían ser los mejores limpiadores, porque son de los pocos champús que disuelven y arrastran toda la grasa. Aunque incluso en este caso, tendríamos que matizarlo, porque los abusos nunca son buenos. Además, sucede que los sulfatos son muy fuertes, y su uso puede provocar que el pelo genere aún más grasa, ya que esta es considerada como un mecanismo de protección. Al sentirse agredido el cuero cabelludo, se estimula la producción de sebo como defensa.
Hay que usar necesariamente un champú sin sulfatos cuando nuestro cuero cabelludo tiene sensibilidad, o padecemos psoriasis o alguna otra enfermedad que deje la zona más sensibilizada y vulnerable. En estos casos, cada vez que lavas tu cabeza con sulfatos, estás empeorando el problema y sumando una nueva agresión a tu piel. Así esta nunca se va a curar, sino que irá empeorando progresivamente causando molestias cada vez mayores.
También hay que usar un champú sin sulfatos cuando tengamos aplicado un tinte para el cabello. Al igual que remueven la grasa y la suciedad, los sulfatos también remueven los pigmentos, estropeando el tinte y eliminándolo. El resultado es que el pelo pierde color y tendrás que teñirte con más frecuencia.
Cuando el pelo se cae, significa que ese pelo está débil por alguna razón. Habrá que averiguar las causas, pero mientras tanto, hay que extremar los cuidados que le damos y evitar toda agresión que empeore la situación. Así que nada de sulfatos.
Por qué usar un champú sin sulfatos
Tras el análisis que hemos hecho, ya debes imaginar por qué usar un champú sin sulfatos es más saludable. Primero porque los sulfatos resecan la piel, el pelo y puede irritar y causar picor en el cuero cabelludo e incluso heridas si lo tenemos muy sensible.
Pero incluso en circunstancias normales, cuando nuestro pelo es normal o mixto, los sulfatos pueden hacer que se reseque. Y es que limpian tan en profundidad la grasa que no solo lo hace arrastrando el sebo producto de la suciedad, sino que lo hace privando al cabello de los lípidos naturales que se encargan de hidratarlo y protegerlo. Consecuencia de esto el pelo puede volverse seco y áspero, perder su brillo y su suavidad y acabar enfermando al carecer de nutrientes.
Hemos apuntado también que para las personas de cabello teñido los sulfatos son un fastidio, porque reducen considerablemente la duración de su tinte. Cada vez que lavas la cabeza con un champú con sulfatos, pierdes coloración, así que si lavas tu cabeza todos los días, verás que teñir tu pelo te sale caro. La solución no está en no lavarse el pelo, sino en hacerlo con champús sin sulfatos.
Además, no se conoce lo suficiente acerca de cuáles son los efectos reales del sulfato en el organismo a largo plazo, pero sí se sabe que se acumulan, y que en cantidades excesivas es perjudicial para la salud, porque actúan como un tóxico.