Cómo protegerse de los insectos

images10.jpeCuando los insectos invaden casas o jardines, provocan serias molestias que hay que remediar de forma drástica. Los insecticidas y remedios químicos suelen ser muy agresivos y, a menudo, lo único que consiguen es contaminar el medio ambiente. Sin embargo, hay remedios naturales más efectivos y duraderos.

Picadura de abeja

La picadura de abeja produce un dolor agudo difícil de calmar. Si, además, la víctima es alérgica al veneno que inyecta el aguijón, hay que actuar con rapidez. En primer lugar, hay que extraer el veneno del cuerpo presionando hacia fuera y estirando la piel. Una vez extraído, se debe limpiar la herida con abundante agua fría. Seguidamente se debe hacer una mezcla con pan, leche y miel que se aplicará sobre la picadura aplastándola con un tenedor. Gracias a este emplasto sencillo y natural, se evita la inflamación y se calma el dolor.

Plagas de mosquitos, cucarachas y hormigas

¿Qué hay que hacer para ahuyentar la molesta invasión de mosquitos que se produce a veces en verano? Si se pone una maceta de albahaca en la ventana o en el jardín se consigue que los mosquitos no se acerquen, pues no soportan el aroma de esta planta.

Las cucarachas son muy resistentes a los insecticidas químicos. Se dice que en caso de ataque nuclear, estos pequeños animales podrían ser los únicos supervivientes. Ahuyentarlas, no obstante, puede resultar sencillo gracias al laurel. El secreto reside en colocar laurel en todas las rendijas y agujeros por donde las cucarachas pueden entrar.
Si las pequeñas hormigas invaden, bastará con colocar montoncitos de espliego por donde suelen aparecer.

Así pues, la naturaleza es sabia, ofreciéndonos remedios naturales para eliminar la presencia molesta de determinados insectos de una forma no agresiva y respetuosa con el medio ambiente.

Un insecto en el oído

Aunque parezca un situación extraña, a más de una persona se le ha colado un insecto en el interior del oído. Si el insecto está vivo probablemente no encontrara salida. Por lo que es útil aproximar una vela encendida al oído para que éste divise la luz y pueda salir. Si no es así, podemos probar cortando una fruta madura por la mitad y pegando la pulpa a la oreja. El aroma dulce de la fruta atraerá al insecto.

Si ambos métodos no funcionan, lo más probable es que el insecto haya quedado atrapado en el cerumen del conducto auditivo. En ese caso, hay que extraerlo con ayuda de aceite de oliva. Introduciendo dos gotas de aceite en el oído y ladearemos la cabeza con el oído hacia abajo para que salga tanto el aceite como el insecto.

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