Aprende estas técnicas de relajación. Podrás aplicarlas a lo largo de tu vida.
Respiración abdominal
Al principio puede costarte un poquito, pero no desistas. ¿En qué consiste? Para hacerlo correctamente tienes que concentrarte en el abdomen. Durante la inspiración, el diafragma baja, al entrar el aire en los pulmones. Tienes que notar que el abdomen se te hincha. Al espirar, el diafragma sube, y notarás que el estómago desciende. Si notas lo contrario a lo descrito tienes que saber que tu respiración abdominal es bastante débil o inexistente. Tienes que currártela.
Relajación progresiva
Como su nombre indica, esta técnica te enseña a relajar de manera progresiva, poco a poco, todas las partes del cuerpo. El objetivo está en aprender a diferenciar las sensaciones de tensión y relajación. Para llevarla a cabo es importante tener en cuenta las siguientes cosas:
Sitio: Necesitas estar en un sitio dondo no hay ruido, la temperatura sea la adecuada y la luz moderada.
Posición: Puedes optar por varias posturas: tumbada sobre la cama o el suelo o sentada sobre una silla o sillón.
Ropa: Fuera todo aquello que te oprima: gafas, sujetadores, elásticos, zapatos… Siéntete liberada. Una vez que consigas todo esto, que tampoco es para tanto, ya puedes empezar.
Esta técnica consiste en tensionar durante unos segundos una parte de tu cuerpo para relajarla a continuación. Tienes que ser consciente de la diferencia entre el estado de tensión y el de relajación. Lo suyo es seguir un orden lógico, por ejemplo, puedes empezar por las manos, los brazos, los hombros, el cuello, la cara (cejas, ojos, labios…), abdomen, espalda, piernas… Tienes que ir recorriendo todo tu cuerpo. Aunque te cueste creerlo, si lo practicas de forma habitual aprenderás a localizar la tensión en tu cuerpo. Muchas veces no somos conscientes, pero vamos con las mandibulas, las manos o incluso los dedos de los pies tensionados y esto te quita más energía de lo que tú te crees. Mejor ahorrarla para otras ocasiones, ¿no?.
Originally posted 2008-02-26 21:15:49.