Grafomotricidad: qué es, para qué sirve y cómo desarrollarla

Para aquellos niños que estén aprendiendo a escribir, la grafomotricidad es el vehículo a través del cuál podrán dar sentido a lo que escriben o dibujan. Veamos entonces a continuación, todo sobre la Grafomotricidad: qué es, para qué sirve y cómo desarrollarla.

Qué es la grafomotricidad

Por grafomotricidad podemos entender un conjunto de actividades gráficas expresivas que acompañan al niño en la transformación del gesto gráfico del garabato en símbolos gráficos. Es decir, gracias a la grafomotricidad, los niños a partir de 3 años pueden adquirir los movimientos de la mano indicados para escribir bien o también para dibujar trazos que tengan forma y no solo simples líneas.

De este modo, a través de sus prácticas experienciales de composición, la grafomotricidad, puede convertirse en una didáctica inclusiva que permite que los niños comiencen desde la primera infancia a leer, escribir y calcular para alcanzar espontáneamente las habilidades de lectura, escritura, lenguaje y cálculo.

Claramente, la grafomotricidad es parte importante dentro de la psicomotricidad infantil y requiere un buen balance de varias habilidades diferentes, y cuando una o más de estas habilidades específicas no están desarrolladas o se quedan cortas, todo el proceso puede ser desechado.

Existen cinco áreas distintas de habilidad que deben trabajar todas juntas para que se pueda desarrollar progresivamente la grafomotricidad del niño.

  • Habilidades de percepción visual : la capacidad de ver una letra o palabra y asignar significado o juzgar con exactitud.
  • Codificación ortográfica : la capacidad de almacenar letras o grupos de letras en la memoria y luego recuperarlas cuando sea necesario.
  • Planificación y ejecución motora : también llamada “praxis”, esta es la capacidad de realizar el movimiento motor necesario.
  • Retroalimentación cinestésica : la capacidad de saber dónde se encuentra una parte del cuerpo en el espacio (en el caso de la escritura a mano, la mano y los dedos) con el fin de realizar el movimiento motor necesario.
  • Coordinación visual-motora : la capacidad de correlacionar el movimiento motor con la percepción visual (la capacidad de crear letras y palabras en el papel).

Para qué sirve la grafomotricidad

La grafomotricidad permite acompañar situaciones problemáticas en un camino evolutivo para los niños a partir de los impulsos motores y emocionales ,en favor de una creatividad individual y una evolución simbólica del gesto gráfico, desde la dimensión del garabato hasta la del grafismo representativo y luego de la escritura. Este camino permite evaluar el desarrollo de la lateralización, la motricidad fina, la presión y la simbolización. Los niños que presentan dificultades fonológicas desde el primer año de la escuela primaria a menudo también tienen dificultades en la inversión corporal, en la estructuración del espacio / tiempo y en la organización perceptiva-motora. En este sentido, se debe enfatizar que el niño de 5/6 años vive en una edad psicomotora donde el aprendizaje procede predominantemente a través de la experiencia corporal directa.

El objetivo de la grafomotricidad es promover el desarrollo de las habilidades motoras y la adquisición de los requisitos fundamentales para el aprendizaje, en particular:

  • Espacialidad (nociones espaciales, orientación en el espacio, comparación de dimensiones y distancias, serialización, recompensas de imágenes, reconocimiento de formas geométricas / no geométricas, conocimiento del espacio gestual)
  • Temporalidad (comparación entre la duración de los sonidos, palabras, situaciones)
  • Habilidad en el acto práxico (planificación, ideación y ejecución).
  • Habilidades en la representación de las letras / palabras (representación con el cuerpo u objeto psicomotor de las letras en los distintos caracteres).

Cómo fomentar la grafomotricidad en nuestros hijos

Al margen de practicar con los niños la escritura y dibujar a partir de los 3 años, existen algunos métodos que nos van a permitir desarrollar mejor la grafomotricidad en nuestros hijos y que tienen que ver con la habilidad motora en las manos así como en los dedos. En este sentido podemos dividir las actividades del siguiente modo.

Actividades para desarrollar la destreza de las manos

  • Estando frente al niño, este tendrá que hacer lo mismo que nosotros con las manos. Primero tendremos que dar palmas libremente y después comenzaremos a hacer un ritmo determinado que vaya aumentando progresivamente. El niño tendrá que repetir las mismas palmas todo el rato.
  • Le damos al niño un objeto, que debe colocar en la palma de la mano abierta y llevarlo por un recorrido que hayamos establecido, sin que se le caiga. Lo conveniente es hacer el ejercicio dos veces, uno para cada mano.
  • Estando en la playa, el niño tendrá que dibujar trazos tanto en la arena, como en el agua.
  • Frente al niño, le pedimos que haga distintos movimientos con las manos, yendo a todas las direcciones: hacia arriba y hacia abajo, hacia la derecha y hacia la izquierda, y también que realice movimientos circulares.
  • Otros movimientos que podemos pedirle que haga con las manos será la simulación de algunos objetos como por ejemplo, las aspas de un molino.
  • Por último, una buena actividad puede consistir en pedirle al niño que abra y cierre las manos, primero de manera simultánea y después, intercalando las manos, mientras aumenta la velocidad de apertura y cierre.

Actividades para desarrollar la destreza de los dedos

Desarrollar destreza con los dedos es algo también importante dentro de la grafomotricidad de modo que podemos practicar con los niños las siguientes actividades.

  • Una de las primeras actividades que hacer con los niños será que abran y cierren los dedos de la mano. Comenzaremos abrir y cerrar de maner simultánea para después ir intercalando las manos ya a la vez, aumentar el ritmo de movimientos y la velocidad.
  • Otra buena actividad puede consistir en juntar así como separar, los dedos de la mano.
  • También podemos pedirle al niño que toque con uno de sus pulgares cada dedo de la mano, aumentando luego la velocidad de manera progresiva. Será bueno que esto lo haga con los dos pulgares.
  • También podemos practicar con el niño una simulación, como si el niño tocara instrumentos con los dedos, como una flauta o una guitarra.
  • Pide al niño que cierre los puños y que después vaya abriendo los dedos de uno en uno.
  • Por último, puedes pedir a los niños que coloque las manos encima de la mesa, y que levante los dedos uno a uno.

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