Enseñar a patinar a niños puede ser más divertido o más dificultuso según las cualidades de estos. Hay niños predispuestos al deporte y a cualquier actividad, con menos miedos y más con más confianza en sí mismos, sin embargo, hay otros con más miedo a las caídas, que necesitan más confianza para lanzarse a disfrutar del aire libre.
En este último caso, no vale decir “no pasa nada, es muy fácil” y frases por el estilo, sino que hay que ir de forma progresiva para que pueda tener más confianza consigo mismo y vaya progresando a su ritmo.
Para enseñar a patinar a los niños, se puede empezar a cualquier edad, aunque más o menos a los 9 años es una buena edad, ya que no tienen una altura demasiado grande permitiendo caer desde menor altura y reducir daños y ya controlan mejor su equilibrio y sus movimientos.
Las principales medidas que se deben tomar a la hora de patinar son, en primer lugar, elegir los patines adecuados según su edad. Se recomiendan los patines de línea por su estabilidad, pero además, hay patines ajustables que se adaptan a su crecimiento, con freno total o ruedas libres para adaptarse a su movimiento. También hay que prestar atención al terreno, ya que es necesario empezar con un terreno liso, sin tráfico y sin elementos que puedan causar accidentes graves.
Una vez tenemos esto bajo control, no hay que olvidarse del equipamiento, más allá de los patines.
- Casco: importante para evitar los golpes en la cabeza, la zona que más problemas puede dar al sufrir un accidente. Todo lo demás, es más fácil de “reparar”.
- Rodilleras y coderas: siven para proteger las articulaciones.
- Muñequeras: evitan fractura o dislocación de muñecas. La protección de la palma de la mano resguarda al niño en las caídas.
- Ropa cómoda pero resistente: facilitando así la libertad de movimiento pero protegiendo en caso de caídas frente a heridas o quemaduras de la piel por el roce.
Lo principal que deben aprender los niños será el sentido del equilibrio, esto les permitirá mantenerse en pie y servirá de punto de partida para empezar a controlar los patines. Después, se les enseña a avanzar, deslizando los pies, uno tras otro, girar en 90º e impulsar en T. Frenar será el último paso, que se dejará para cuando sepan avanzar, más o menos, ya que sino es fácil perder el equilibrio.
No hace falta cogerles demasiado fuerte, lo ideal es que cuenten con un apoyo para perder el miedo.