Si ya estás pensando en las sandalias de primavera, es el momento perfecto para revisar y cuidar los pies.
- Empieza la pedicura dándote un baño de agua caliente jabonosa. Así, las cutículas se ablandarán y podrás retirarlas sin cortarlas.
- Exfolia también los pies y usa la piedra pómez para limar sus asperezas.
- Recuerda que las sandalias resecan mucho los talones. Antes de dormir, aplica una crema nutritiva y acuéstate con calcetines de algodón.
- Los masajes con aceites esenciales también suavizan la piel endurecida.
- En cuanto a las uñas, córtalas rectas para evitar que al crecer se formen uñeros.
- Usa limas de cartón para los contornos y pulidores para alisar la superficie.
- Utiliza lacas blanqueantes para borrar el color amarillento.
- Para disimular las imperfecciones con un solo gesto, lo mejor es pintárselas con un esmalte de tono claro.
- Opta por las lacas antichoque, porque resisten más.