Los hombres y las mujeres, podrían necesitar dietas distintas.

La influencia de las dietas en la salud según las ultimas investigaciones, establecen parámetros en cuanto a la longevidad, fertilidad, etc, pero ahora le llego el turno a los sexos, ya que las dietas para los hombres pueden ser muy diferentes, que las adecuadas para las mujeres.

El genero juega un papel fundamental para la ciencia según los científicos de UNSW, la Universidad de Sydney y la Universidad de Massey, en cuanto a la determinación de un dieta destinada a obtener una vida mas larga o asegurar el éxito a nivel de la reproducción por ejemplo.

Por lo cual a la hora de establecer una dieta, se debe tener muy en cuenta el sexo y la etapa reproductiva en la vida, dice el Director de la Evolución y el Centro de Investigación de Ecología de la Universidad de New South País de Gales, ya que por ejemplo, las mujeres en edad de procrear necesitan una dieta diferente a los que son post-menopáusicas.

Es de resaltar una de las lecciones naturales mas importantes, que nos enseña los siguiente; “Lo que queremos comer o lo que estamos programados para comer, no necesariamente es lo mejor para nosotros

Una pauta nutricional en cuanto a longevidad, lo brinda un estudio realizado en Australia con los Grillos Negros, ya que viven más con una dieta alta en carbohidratos y baja en proteínas.

Y en lo que respecta a la reproducción, difiere drásticamente entre los sexos, en cuanto al equilibrio entre los hidratos de carbono y las proteínas, debido a que los hombres viven mas tiempo y por lo tanto son mas exitosos en el aspecto reproductivo, cuando la relación entre los hidratos y las proteínas es de 8 a 1.

Cuando en las mujeres tiene mas éxito una relación de; 1 a 1, así como también consumen un poco mas de proteínas que los hombres, según los investigadores, “Lo que el hombre y la mujer necesitan comer puede ser más dramáticamente diferente de lo que se pensaba, sin embargo, ambos tienen una dieta muy similar y nuestros resultados sugieren que los gustos, tantos como las preferencias en alimentos, podrían ser un compromiso compartido”.

Via| Eurek

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