La dieta que te da energía y ánimo

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Si quieres hacer dieta, una de las claves para no perder del buen humor es tomar hidratos de carbono todos los días.

Hidratos para el ánimo

Mejoran nuestro humor porque aumentan las concentraciones cerebrales de serotonina, la “hormona de la felicidad”. No prives a tu cuerpo de la cantidad que necesita a diario para mantener niveles óptimos de energía: al menos tres rebanadas de pan o un plato grande de arroz o pasta.

En el caso de personas con sobrepeso, se recomienda llevar una dieta ligeramente hipocalórica, pero con control.

Vigila las grasas

Sobre todo las saturadas en exceso, ya que dificultan la circulación y, para sentirnos bien, es básico que nuestro sistema cardiovascular esté en forma.

Elige platos con poca grasa y sé muy cauta con los alimentos ricos en grasas, embutidos, patés, pastelitos, helados…
Los alimentos ligeros pueden resultar grasos según la preparación. Cocínalos hervidos, cocidos o a la plancha.

El hierro, beneficioso

Componente básico de los hematíes, las células de sangre que transportan el oxígeno en el cuerpo. El hierro es esencial para un buen rendimiento.

A la semana, incluye al menos 1 ración de carne roja (100-120g) , 2 ó 3 de carne de ave y 4 ó 5 raciones de pescado (100-150g).

La vitamina C, muy presente en las frutas y las verduras, ayuda a absorber el hierro de nuestra alimentación.

Glusoca en cada comida

Los farináceos -pasta, patatas, pan, arroz…- son grandes fuentes de glucosa, un combustible básico para el cuerpo que se asimila lentamente y utiliza de forma progresiva. Esto conlleva efectos psicológicos positivos porque las células del cerebro están siempre nutridas.

Para aportar una cantidad adecuada de glucosa, incluyendo en todas las comidas importantes del día o entre horas. Tu cerebro se beneficiará de un estado metabólico inmejorable.

La cantidad que debemos consumir depende de nuestra edad, peso, condición física… En todo caso, recuerda que es un grupo de alimentos que no conviene desterrar de la dieta.

Come poco y a menudo

Fraccionar las comidas no sólo ayuda a comer menos, sinó que hace que nos sintamos mejor. Por un lado, estamos evitando que los niveles de glucosa bajen y nos encontremos sin energía; por otro lado, al tratarse de ingestas moderadas, las digestiones son mas ligeras.

Comer algo cada cuatro horas proporciona un estado óptimo (nuestro rendimiento es peor cuanto más tiempo pasa, debido a que las funciones del organismo se ralentizan).

Elige para tus tentaciones alimentos muy saludables como sardinas en aceite, jamón serrano, queso fresco o algo dulce, como una tostada con un poco de mermelada light.

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