Hábitos para mejorar la circulación

habitos

Pequeños cambios en nuestra rutina diaria nos permitirán disfrutar de unas piernas ligeras:

  • No cruzar las piernas, porque esta postura provoca una cierta compresión en la vena femoral, que es la principal vía de drenaje de las piernas. Por eso, al estar sentada, es preferible estirar las piernas.
  • Mover los dedos de los pies dentro del zapato de vez en cuando si pasamos mucho tiempo sentadas. De este modo, iremos activando la circulación sanguínea de las extremidades inferiores.
  • Ponerse de puntillas y subir y bajar los talones de los pies cada cierto tiempo resulta beneficioso para estimular la circulación de retorno cuando se permanece largo rato de pie.
  • Hidratar el cuerpo contribuye a eliminar toxinas, lo que favorece la circulación de la sangre. Por eso conviene beber entre 1’5 y 2 litros de agua, zumos o infusiones cada día.
  • Tomar fibra y llevar una dieta variada y equilibrada son factores esenciales para favorecer una buena circulación. Y es que tanto el estreñimiento como el sobrepeso son dos elementos desencadenantes de las enfermedades circulatorias.
  • No levantar peso para prevenir problemas circulatorios. Ejercer presión sobre las piernas de manera frecuente puede causar una dilatación excesiva de las venas que desembocaría en la aparición de varices.
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