Los pies son la parte del cuerpo que más duramente trabaja, y son muchos los motivos que les ocasionan malestar: zapatos inadecuados, golpes, cansancio, rozaduras, calor… Pero lo cierto es que, aunque dedicamos gran parte de nuestro tiempo al cuidado de rostro, pelo o manos, los pies suelen verse relegados al olvido. Con la llegada del buen tiempo, éstos también deben pasar la prueba de la desnudez total o parcial. Sigue nuestros consejos.
Pedicura
Los pies son muy agradecidos, así que para ponerlos a punto no necesitas más que reservarte unos minutos a la semana. Debes empezar cortando y limando las uñas en cuadrado. Luego, aplica una crema hidratante para ablandar las durezas y pellejitos, introduce los pies en agua templada cinco minutos y sécalos muy bien, dedo por dedo. Pasa a retirar las cutículas, pero no las cortes o crecerán el doble. Separa los dedos con algodones o con almohadillas específicas para este fin. Ya puedes pintarte las uñas del color que quieras, incluso del más extravagante, aunque no lo hagas con el de las manos. Elige un esmalte que combine con tu ropa, con las sandalias o que sea tendencia.
Descanso e higiene
Después de un largo día de trabajo, una gran caminata o una jornada con altísimos tacones, que levante la mano la que no tenga hinchazones en los pies y una necesidad increíble de llegar a casa y descalzarse. Para sentirte como nueva, introduce los pies en agua templada con sal gorda común o sales específicas par este fin. La sensación de alivio es inmediata. Los rodillos para masajes realizados en madera (por ejemplo los de The Body Shop ) relajan los pies más agotados. Puedes masajearlos sentada, mientras lo haces, pásalo de atrás adelante con ligera presión en la planta del pie. Luego, aplica una crema hidratante con movimientos circulares subiendo por los tobillos. Verás qué relajante.