Los datos de hoy en día son alarmantes, se estima que una de cada 90 personas puede tener riesgo a sufrir un cáncer de piel. Esto se debe, nada más que a tomar el sol en exceso, y sin precaución. Un tipo concreto del cáncer de piel, el melanoma, está creciendo a pasos de gigante en nuestra sociedad. Tomar el sol se ha convertido en un hecho alarmante.
Sobre todo los dermatólogos, llaman la atención sobre el riesgo que supone exponerse a los rayos del sol. Los expertos afirman con rotundidad que la persona que antes de los 20 años haya sufrido cinco quemaduras solares o más, tienen un riesgo muy alto de sufrir un melanoma.
Gracias a los avances de la ciencia, el riesgo de morir debido a este cáncer se ha reducido y mucho. Es muy importante que lo diagnostiquen a tiempo y que el tratamiento también sea precoz.
Se sabe que aún la gente no se protege a conciencia de los rayos solares y es muy importante concienciar a toda la sociedad del peligro en aumento que supone no protegerse contra el sol. Además, también es sabido que las mujeres toman más el sol que los hombres. Eso sí, la población femenina está más concienciada que la población masculina del riesgo que supone tomar el sol.
IDENTIFICA EL MELANOMA.
Los lunares, por norma general, son redondos y simétricos. Sin embargo, los melanomas son asimétricos y sin ninguna forma específica.
Casi todos los melanomas iniciales tienen bordes irregulares y festoneados mientras que los lunares tienen bordes regulares. Si notas que algún lunar de tu cuerpo cambia los bordes, consulta con tu dermatólogo.
Normalmente los lunares son de colores amarronados y homogéneos (el mismo color en todo el lunar). Los melanomas iniciales no tienen color homogéneo, es más, pueden distinguirse varios colores…por norma general, marrón, rojo y negro.
Un melanoma tiene un diámetro superior a 6 milímetros por norma general.
Explora tu cuerpo para estar seguro que no encuentras nada fuera de lo normal. De ser así, consulta al especialista, pero no te alarmes hasta que lo diagnostique.