Las catillas dentales son un tratamiento estético, no invasivo, que permite mejorar el aspecto de los dientes, por tanto, tu sonrisa. En este artículo te contamos todos los detalles sobre estas carillas para que puedas conocer qué tipos hay, cuáles son los beneficios y el precio de las mismas.
¿Qué son las carillas dentales?
Las carillas dentales, tal y como explican los expertos de Dental Reverte, clínica especializada en estética dental, “son unas láminas muy finas y de un tamaño pequeño que se adhieren a la parte visible o frontal del diente. Van como encajadas a los dientes (no se caen).”
El objetivo de estas carillas es el de ocultar problemas estéticos, no la funcionalidad de los dientes per se. Por ello, éstas se suelen colocar en los dientes más visibles y así se pueden ocultar dientes rotos, torcidos, separados (que por muy de moda que se ponga, hay personas a las que no les gustan) o dientes desgastados. Además, para conseguir una sonrisa armónica, las carillas se hacen a medida para que se parezcan al resto de las piezas dentales, tanto en la tonalidad como en la forma de las mismas.
Dicho esto, incido nuevamente en lo que hemos comentado al principio. Es un tratamiento estético que no soluciona el problema bucodental principal, si no que permite conseguir una sonrisa más bonita a corto plazo, por lo que si en algún momento quieres una solución más definitiva, puedes dar el paso.
Tipos de carillas
Hay diferentes tipos de carillas pero, según nos cuentan los expertos, las que más se suelen utilizar son las de porcelana y las de composite. En ambos casos, se trata de un tratamiento no invasivo, no son molestas en el día a día, son resistentes y fáciles de llevar. Puedes comer y beber con normalidad, pues no se van a caer de golpe
La diferencia entre ambas es que las de porcelana son una lámina fina de este material que se coloca sobre el diente, mientras que las de composite implica ir añadiendo varias capas de este material directamente sobre el diente.
Otro punto que las diferencia es que las carillas de composite, al aplicarse directamente sobre el diente, no requieren de una modificación previa del mismo. El diente no se talla para colocar la lámina, si no que al ir aplicando capas sobre el mismo se le va dando forma insitu.
La elección entre unas y otras la suele hacer el dentista, en base al estado de los dientes.
Beneficios de las carillas dentales
Todos tenemos algún complejo o una zona del cuerpo que no nos gusta tanto como las demás ¿cierto? Pues bien, hay personas que sufren mucho por el estado de sus dientes y, por tanto, por su sonrisa. Esto puede provocar que intenten de forma constante controlar su sonrisa, que teman lo que puedan pensar los demás, etc. Por ello, el beneficio más rápido que aportan estas carillas es la de estar más a gusto y más relajado, pudiendo sonreír más al eliminar este complejo.
Además de ese beneficio emocional, las carillas dentales permiten mejorar el brillo de los dientes, su coloración, mejorar la forma de los mismos o incluso ocultar una mala colocación dental. De esta forma, se puede conseguir que cada uno tenga la sonrisa que considera que es perfecta.
Otro beneficio es la rapidez con la que se consigue un buen resultado. A diferencia de la ortodoncia, que requiere entre muchos meses y unos cuantos años, las carillas pueden colocártelas en una sola sesión.
Y, por último, un detalle interesante, las carillas pueden ayudar a tus dientes a que aguanten más tiempo.