Cada vez más, todo el mundo está concienciado sobre los peligros que supone para la piel la exposición al sol: quemaduras, alergias, todo tipo de enfermedades cutáneas e incluso el riesgo del temido cáncer de piel. Pero… ¿Qué pasa con el cabello?
Aunque durante la Primavera Verano el secador es el peor enemigo del pelo, el verano también lleva consigo multitud de agresiones para el pelo, incluso más que el secador: principalmente el sol, que lo reseca y aclara, la sal del agua del mar, que además de resecarlo y deshidratarlo profundamente hace que las puntas se abran con mucha facilidad, y el cloro del agua de las piscinas, que además de los efectos anteriores, puede darte alguna sorpresa desagradable si lo tienes teñido o con mechas, ya que puede cambiar el color.
Por eso, y para evitar que tengas que cortártelo tras los meses de verano porque está muy débil y pobre, lo ideal es utilizar un producto que lo proteja cuando vayas a ir a la playa o a la piscina. Así, por un lado, evitarás disgustos, y por otro, conservarás tu pelo sano, protegido y bonito. Vale la pena, ¿no?
Los protectores solares para el cabello son muy fáciles y cómodos de aplicar, ya que generalmente tienen un formato en spray. A la hora de elegir uno, intenta que sea resistente al agua, y, si no lo es, recuerda repetir la aplicación después de cada baño.