Hace unos meses os hablábamos del tatuaje realizado con henna. El Ministerio de Sanidad ha advertido que la henna negra no es una sustancia natural y que contiene colorantes artificiales.
Para acelerar el proceso de fijación a la piel, se incorporan sustancias como la p-fenilendiamida o PPD, que puede producir reacciones alérgicas de distinta gravedad y cuyo uso directo sobre la piel está prohibido por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Entre los efectos indeseables que causa, destacan el picor, el enrojecimiento, la erupción de manchas y ampollas, la aparición de cicatrices o decoloraciones permanentes de la zona tatuada, y en los casos más graves, eccemas y dermatitis alérgicas posteriores que pueden requerir de atención médica urgente e incluso de hospitalización.