Tu pelo está de moda. Ni permanentes, ni rulos, ni tenacillas… Disfrutas de volumen y movimento sin esfuerzo y sin tener que someter a tu pelo a tratamientos agresivos, algo por lo que suspiran muchas chicas de cabello lacio y sin chispa. El origen de tus bucles habría que buscarlo en la torsión con la que nace todo cabello y que da lugar a la onda conforme éste va creciendo. Según dé más o menos vueltas en el mismo tramo, el pelo será más o menos rizado. El extremo sería el cabello de tipo afro, indomable y extremadamente frágil, pero entre éste y liso, podemos encontrar un amplio abanico de variedades de formas de distintos tamaños e intensidades, desde ondas apenas insinuadas hasta melenas ensortijadas.
Las claves
Tu pelo tiende a ser más seco, poroso y quebradizo que el pelo liso. Además, al no contar con suficiente grasa lubricante, es más propenso a enredarse y a sufrir en las puntas. Trátalo con productos específicos para cabello seco o rizado, cuidando su acondicionamiento para que el rizo quede hidratado y flexible. Y no olvides una mascarilla semanal en las puntas.
Los factores exteriores, como la humedad o la sequedad ambientales, son capaces de encrespar, hinchar y deformar el rizo, haciéndolo difícil de domar. Para evitarlo, existen productos “antiencrespamiento” que sellan el cabello con una fina película y lo aíslan del exterior. Te será de gran utilidad para las épocas y los lugares húmedos.
En caso de falta de brillo, algo muy común en el pelo rizado debido a su natural escasez de sebo lubricante, puede venirte muy bien aplicar un producto abrillantador una vez hayas terminado de peinarte.
Aprovecha la aplicación de los tratamientos de aclarado para distribuirlos con un peine y no los enjuagues del todo, salvo en el cuero cabelludo.
Para que el rizo quede bien definido después de lavarlo, seca lentamente con el difusor, pero no del todo, sino sólo lo justo para terminar de secar al aire mientras aprietas los rizos con los dedos.
Si deseas un look algo más sofisticado, o simplemente resaltar el rizo, bastará con que apliques una espuma moldeadora y la amases bien, mechón por mechón.
No olvides proporcionarle a tu pelo un buen corte que equilibre los volúmenes y visita a tu peluquero una vez al mes. La largura más fácil para un cabello rizado es sobre los hombros. Evita los capeados muy acentuados, pues el rizo perdería peso y tu cabeza podría terminar pareciendo una bola de pelusa.
Consejos
Quizás, en vez de una masa de graciosos bucles, tu pelo sea un estropajo indomable o tenga un rizo diminuto a lo caniche. Recuerda que siempre existe la posibilidad de pedirle a tu peluquero que le dé nueva forma con una permanente o alisarlo con un desrizado. En ambos casos tendrás que extremar los cuidados y no escatimar en mimos, pues la especial naturaleza de tu cabello puede verse afectada por el fuerte tratamiento químico que suponen ambas técnicas.