Las uñas son una carta de presentación para cualquier mujer, así que si te las muerdes, empieza a perder ese mal hábito. Puede ser que seas una de tantas chicas que te muerdas las uñas aunque no quieras. Muchas veces se convierte en un acto casi involuntario, como un tic, que puede llegar a ser un verdadero problema.
Una solución menos habitual es hacer fotos de tus uñas mordidas y, una vez reveladas, escoge una uña y déjala crecer, cuando te vengan ganas de morderte las uñas, muérdete cualquier otra menos esa, así irás viendo los resultados y podrás ir reduciendo el número de uñas que te puedes morder, hasta quitarte por completo la manía.
Mantente ocupada, lleva siempre chicles encima y antes de comerte las uñas, métete un chicle en la boca y máscalo. Cuando no tengas nada que hacer tendrás más ganas de mordértelas, así que también te puedes poner unos pequeños trozos de celo hasta que te crezcan.
Cuando notes los resultados, ve incluso hasta a hacerte la manicura y escucha lo que te dice tu esteticién, seguro que cuando te hagas las uñas empiezas a verlas sanas y cuidadas y se te quitan las ganas de volver a afear tu imagen.