La infiltración de botox es muy segura si es realizada por un cirujano plástico, ya que conoce perfectamente toda la anatomía de la cara. Esto le evitará al paciente complicaciones como la ptosis (caída) del párpado superior o diplopia (visión doble), como consecuencia de la inyección de los músculos no indicados.
Algunos de los efectos adversos que puede presentar el paciente son:
• Dolor e inflamación a nivel del sitio de infiltración.
• Dolor de cabeza.
• Náuseas.
Estas molestias aunque no son comunes en todos los pacientes, pueden estar presentes, pero las mismas desaparecen con el paso de las horas.
Contraindicaciones:
• Miastenia grave
• Enfermedades neuromusculares.
• Alergia a la albúmina humana.
• Alergia a la toxina botulínica.
• Embarazo o período de lactancia.
• Ingestas de alcohol en la última semana antes del tratamiento.
• Ingesta de aspirina o antiinflamatorios en las 2 últimas semanas previas al tratamiento.
Fuente: Publispain