La Ley establece como una obligación del médico el aportar una información completa a los pacientes donde se mencione el padecimiento, el objetivo del tratamiento, las alternativas al mismo y las consecuencias y complicaciones que pueden aparecer como resultado de la intervención, tanto si ésta se desarrolla de una manera favorable como desfavorable.
Pero lo que es más importante: la ley establece esta obligación como un derecho del paciente a ser suficientemente informado para que pueda tomar sus decisiones de una manera responsable y libre.
Este documento debe ser entregado al paciente con la antelación suficiente para que pueda asimilarlo y aclarar todas las dudas posibles.
Este documento no pretende quitar responsabilidades, ya que ante una mala praxis o error el médico será siempre responsable.
Fuente: Antonio M. Murillo: La cirugía estética. (Ediciones Espejo de Tinta).