Los dulces no son los únicos culpables de que se nos dañen los dientes. Una buena salud dental pasa por llevar una alimentación correcta y equilibrada.
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Los más adecuados son los alimentos ricos en fibra: cereales, frutos secos, frutas, legumbres… Éstos requieren mayor esfuerzo a la hora de masticar, estimulan la producción de saliva, el neutralizador natural de la boca.
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Los derivados lácteos son también muy beneficiosos. Aportan a nuestros dientes calcio, fósforo y vitamina D.
Alcohol y tabaco
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La prevención es la mejor fórmula para proteger nuestra boca.
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Es muy importante cepillarse los dientes después de cada comida. Parece un consejo muy básico, pero según el Consejo General de Farmaceúticos, el 21,4% de los españoles sólo usa el cepillo una vez al día.
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Evita el alcohol y el tabaco. Fumar favorece una mayor incidencia de gingivitis- inflamación de las encías- lo que ocasiona dolor y sangrado. Esta patología es consecuencia de un cepillado incorrecto que permite la acumulación de placa bacteriana. Por otra parte, los consumidores de alcohol presentan un mayor porcentaje de periodontitis, que aparece cuando la gingivitis se propaga a las estructuras que sostienen el diente.
Fuente: ¡Qué me dices!
