En ocasiones, sencillas iniciativas se convierten en toda una demostración de valores y de educación. En este caso, quiero hacer mención a una iniciativa de una localidad de Extremadura que se inició en 2010 y que ha dado un resultado de 42 árboles plantados, uno por cada niño nacido durante este año.
El alcalde de Casar de Cáceres, Florencio Rincón, define esta como “una forma de celebrar y de mostrar la alegría que supone para Casar de Cáceres, la incorporación a la sociedad de estos nuevos casareños que hacen posible que el pueblo crezca y prospere”.
Rincón ha aclarado que “con ella se pretende un doble objetivo: por un lado continuar con la férrea defensa de los valores ecológicos de la localidad y, a la par, dotar de un pequeño incentivo, de un obsequio, a aquellos vecinos y vecinas que han tenido la fortuna de tener un niño o niña, contribuyendo así al crecimiento local”.
Los árboles se han ido plantando en el circuito deportivo de la localidad y cada uno llevará una placa identificativa con el nombre del niño o niña al que corresponda. Ahora que ya tienen su árbol, es su compromiso velar por él y cuidarlo. Y por qué no, seguir plantando más árboles para hacer su aportación al mundo que les acogerá durante toda su vida.