El fin es el mismo y la acción también, pero un modo puede ser más adecuado en función de cómo se adapten madre y bebé. Las técnicas de lactancia nos servirán para alimentar bien a nuestro bebé y que tanto nosotras como ellos nos sintamos cómodos durante este proceso.
- Posición acunado: acunando el bebé con la curvatura del brazo y con la otra se sujeta el pecho mientras que la cabeza del bebé está más inclinada que el resto del cuerpo. Esta posición puede ser incómoda para las mujeres que han pasado por una cesárea, puesto que se apoyan sobre el abdomen, pero para el resto puede ser cómoda. No obstante, no es la posición más recomendada en las primeras tres semanas.
- Posición pelota o maleta: consiste en sujetar la cabeza del bebé con la mano, en la parte trasera de esta, mientras el resto del cuerpo se apoya sobre una almohada que colocaremos encima nuestro. Permite un buen control, ya que podemos alejar y acercar la cabeza con facilidad. Recomendable para mamás con pechos muy grandes o con pezones planos.
- Posición reclinada: acostada de lado, apoya tu cuello y espalda sobre la almohada. Pon un cojín entre las piernas para mantenerte erguida y coloca al bebé de forma paralela.
Ahora que ya las conoces, ¿cuál te funciona mejor? Cuéntanos tu experiencia.