A pesar de que siempre hemos asociado la vitamina D con el bronceado, ésta es una de las vitaminas fundamentales para toda mujer embarazada. Hoy os contamos por qué y cómo podemos absorberla.
La vitamina D es esencial durante el embarazo para que los huesos del bebé se desarrollen correctamente. Es tan importante que el bebé, en el tercer trimestre de embarazo absorbe entre 200 y 250 mg por día de calcio, por lo que favorecer esa absorción (y también la de la madre para que queden reservas también para ellas) es fundamental.
El proceso de absorción está regulado por la hormona paratiroidea, la vitamina D y la calcitonina. La vitamina D consigue el que el calcio se fije en los huesos y se forma en el cuerpo a partir del colesterol, pero para que se produzca un buen proceso de absorción es fundamental la exposición controlada al sol.
Para ello, se recomienda exponerse unos minutos al día al sol, sin abusar, sino encontrando ese punto ideal entre la absorción y que el sol resulte perjudicial para piel. Una buena zona para tomarlo son los brazos y piernas. En caso de no controlar las cantidades de vitamina D y que esta sea escasa en el cuerpo, el bebé puede padecer graves problemas.
Sin embargo, la cantidad debe vigilarse por si falta vitamina D pero también para que no sobre, ya que la acumulación de esta vitamina también compromete el desarrollo del feto.
Por ello, es importante seguir las recomendaciones del médico y realizar análisis periódicamente durante el embarazo.