La episotomía consiste en realizar un pequeño corte en la zona perineal, entre la vagina y el ano para facilitar la salida del bebé y evitar el desgarro vaginal. Se hace con el objetivo de ensanchar la vagina, facilitando la expulsión del bebé y por tanto, el trabajo tanto para este como para la madre.
Con respecto a cuándo a hacerlo, normalmente se hace a las madres primerizas de manera que, en los siguientes partos, no es necesario volver a practicarla. Cabe tener en cuenta que no es una técnica que se aplica de forma rutinaria, sino sólo si el propio parto así lo requiere.
Por lo que respecta al por qué, vamos a ver algunas condiciones que pueden requerir la aplicación de la episiotomía:
- La posición adoptada por el feto: si están boca bajo el parto se facilita más y suele intentar realizarse por vía vaginal, de manera que hay más posibilidades de que sea necesario ampliar la zona de salida que si su posición fuera de nalgas, ya que en ese caso seguramente se realizará cesárea.
- Tamaño del feto: evidentemente, a mayor tamaño, más vía de salida se necesita.
- Enfermedades de la embarazada que dificulten el parto: obesidad, por ejemplo.
Imagen | A.D.A.M