Encajamiento del bebé

El encajamiento del bebé es fundamental en cualquier parto, ya que significa que el bebé adopta la posición idónea para el momento del parto. El encajamiento es exactamente la colocación del feto en la cavidad del hueso pélvico y tiene lugar entre la semana 33 y la semana 38.

El encajamiento no es sinónimo de parto inminente, sino que es una preparación cuando faltan pocas semanas para que nazca.

A pesar de la necesidad de que el feto tome esta posición y facilite el parto, hay algunas consideraciones que afectan a esta posición y que, igualmente, tienen consecuencias para madre y bebé:

  1. El encajamiento suele ser un alivio para la madre, dado que se reduce la presión sobre el estómago, facilitando la digestión. No obstante, presiona sobre la vejiga y aumenta la frecuencia de micción.
  2. Si la mamá pasa mucho tiempo sentada, es posible que el bebé tenga un posición invertida, mirando hacia la parte frontal en lugar de la dorsal, lo que dificulta el encajamiento. En este caso, es positivo sentarse algo inclinada hacia adelante y con las rodillas más bajas que las caderas ayuda al encajamiento.
  3. Es posible que el haber tenido bebés antes ayude al encajamiento dada la distensión de la musculatura.
  4. Si el bebé viene en otra posición (de nalgas, en diagonal, etc.), es más difícil que se produzca el encajamiento.
  5. La forma de la pelvis influye, pudiendo ser más largo el parto.
  6. Los bebés grandes pueden tener dificultades en el encajamiento y no adoptar esta posición hasta que lleguen las contracciones.
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Un Comentario en “Encajamiento del bebé”

  1. maria dice:

    podria mandarme una foto de como es eso de sentarse inclinada con las rodillas mas bajas q las piernas