En los embarazos no siempre todo sale bien y en ocasiones se producen complicaciones graves. Es el caso del embarazo abdominal. Te explicamos con detalle Qué es un Embarazo Abdominal: causas, síntomas y peligros que conlleva para la madre y para el bebé.
Qué es un Embarazo Abdominal
Un embarazo abdominal es aquel que se produce cuando el embrión no se implanta donde le corresponde, sino que lo hace en la cavidad del abdomen denominada cavidad peritoneal y por fuera de las trompas de falopio, de los ovarios y del útero.
El embarazo abdominal se conoce también como embarazo ectópico abdominal, porque es una de las formas en las cuales este se manifiesta. Se trata de la variedad de embarazo ectópico más peligrosa y es muy difícil sacar adelante un embarazo abdominal, aunque no es imposible.
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El embarazo abdominal puede ser de dos tipos, primario o de implantación secundaria. En el embarazo abdominal primario el huevo se ha implantado directamente en el abdomen o en sus órganos, a excepción de en los ovarios y de las trompas. Son casos extremadamente raros.
Más comunes son los embarazos abdominales de implantación secundaria. Aquí el embarazo en verdad tuvo lugar en la trompa de falopio, lo que sucede es que posteriormente fue nuevamente implantado.
Síntomas de un Embarazo Abdominal
El embarazo abdominal es altamente peligroso para el embrión y, además, puede tener repercusiones muy graves para la mujer. Por eso, es importante darse cuenta de que algo pasa y acudir al médico lo antes posible. El embarazo abdominal es una urgencia médica que hay que tratar cuanto antes.
Pero, ¿cómo sospechar que estoy sufriendo un embarazo abdominal? A continuación, te damos algunas pistas en forma de síntomas que debes vigilar atentamente.
- Fuertes dolores abdominales.
- Metrorragia, es decir, pérdida de sangre ya sea una pérdida intensa o moderada.
- Vómitos persistentes que no se cortan y que son muy reiterativos incluso después de haber superado el tercer mes de gestación.
- Se nota como si el feto se moviera pero este movimiento causa dolor.
- El tránsito intestinal sufre alteraciones, de modo que la mujer puede sufrir episodios fuertes de estreñimiento.
Lo cierto es que, tal y como seguramente estarás pensando, estos síntomas no se diferencian mucho de los síntomas que puede experimentar una mujer embarazada común y no tiene que significar que se trate de un embarazo abdominal. Pero ante tales molestias hay que ir al médico.
El embarazo abdominal es difícil de diagnosticar y, a medida que avanza la gestación, aún se complica más, porque ni siquiera los médicos son capaces de darse cuenta de que se trata de un embarazo fuera de su sitio, en especial cuando el feto empieza a crecer y a moverse.
La mujer también tendrá síntomas de parto si el embarazo logra llegar a su fin de ciclo. Muy rara vez el feto nace vivo. Y si muere, o si las complicaciones están provocando daños graves a la madre, hay que intervenir de urgencia.
Causas de un Embarazo Abdominal
En cuanto a las causas de un embarazo abdominal, hay varias causas aunque realmente no hay ninguna que sea determinante. Por ejemplo, ser fumadora, tener más de 40 años, tomar la píldora anticonceptiva en dosis microdosificadas, o tener puesto un dispositivo intrauterino son considerados factores de riesgo de sufrir un embarazo abdominal.
Pero también hay otros como pueden ser las enfermedades de transmisión sexual, abortos previos voluntarios, infecciones vaginales e intervenciones quirúrgicas en las trompas.
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Aquellas mujeres que han sufrido un embarazo ectópico en ocasiones anteriores, también tienen un mayor riesgo de que les vuelva a suceder.
No existe una causa última que sea la culpable de que la mujer sufra un embarazo abdominal, sino que lo que hay son factores que predisponen a que se pueda producir el caso. A menudo es pura cuestión de mala suerte y no se puede hacer nada para evitarlo, más allá de llevar un estilo de vida saludable.
Peligros de un Embarazo Abdominal
El lugar adecuado para que se desarrolle un feto es el útero de la mujer. Cuando lo hace fuera de este sitio, surgen complicaciones y esto es lo que ocurre en el embarazo abdominal, o cuando el embrión se implanta en otros órganos que están fuera del útero.
En estos casos de embarazo extra uterino, el riesgo es alto por ambos lados. Para el feto porque no puede desarrollarse con normalidad y, la mayoría de las veces, termina muriendo. Y para la madre porque puede sufrir una hemorragia profunda, una oclusión intestinal o una infección que sean potencialmente mortales. Sobre todo cuando el feto ha muerto, que es cuando las probabilidades de que se produzca una infección aumentan y hay que intervenir urgentemente.
Además, cuanto más avanzado está el embarazo, el peligro es también mayor. Lo que sucede es que si el feto ha logrado sobrevivir y superado los 7 meses de gestación, el tratamiento puede ser más exitoso y tiene más opciones de nacer y sobrevivir. Pocas veces ocurre esto y, la mayoría de las veces, el embarazo se interrumpe por sí solo, o hay que interrumpirlo antes de este plazo debido a las complicaciones.
Hay que tener en cuesta que el feto puede enquistarse y perjudicar la salud de la mujer, produciendo tal vez incluso una peritonitis.
Además, un embarazo de estas características provoca el agotamiento físico de la mujer, porque los dolores y molestias que va a ir experimentando su cuerpo son muy fuertes, y se irán incrementando a medida que el feto crece.
Si la infección, hemorragia u oclusión intestinal no se tratan a tiempo y correctamente, puede darse incluso la muerte de la mujer. Por eso, hay que vigilar de cerca los embarazos y, antes cualquier síntoma anormal o que se vuelve exagerado, ir a al médico. Pues afortunadamente los avances en medicina permiten solucionar los problemas, siempre y cuando se traten a tiempo.
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