Cuando los hijos quieren un perro

Es bueno que tu hijo quiera un perro. De hecho, es lo más normal, y lo raro sería que no tuviese un cariño especial por unos animales tan amigables. Estos animales tan cariñosos traen muchísima ternura a un hogar y, si en ella viven niños, se convertirán en los mejores amigos. Desde pequeños pueden aprender a tener empatía por los animales, a tratarles bien y a quererles, y si quieren uno de ellos en casa es necesario escucharles.

Pero no por escuchar un ‘Mami, quiero un perro’ debemos conceder todos sus deseos. Para tener a un perro en casa, primero debemos haber aprendido a ser responsables. Sólo después podremos tomar el paso y traer al cachorro a casa, y no convertirnos en aquellas familias insensibles que dejan a sus perros en la carretera cada verano para que mueran solos.

Los niños deben comprender que un perro significa mucho cariño, juegos y risas, así como también implicará una responsabilidad diaria. Escribe en un papel los cuidados que tomará cada miembro de la familia cada día de la semana: un día el hijo sacará a pasear al perro, y otro día lo harás tú. Explícale que él también deberá alimentarle y darle de beber, y pregúntale si está de acuerdo con el horario que acabas de establecer. Si es posible, pide a algún amigo o familiar que deje a su perro en vuestra casa, para que el niño se dé cuenta de los cuidados que deberá recibir este nuevo miembro de la familia.

Y recuerda… en vez de comprar, ¡mejor adoptar!

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