Hoy se ha publicado un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el que dicho organismo registra 22.680 muertes anuales de embarazo y parto que consideran que son evitables dadas las causas, advirtiendo además que las complicaciones que provocan la mortalidad y morbilidad materna en el hemisferio occidental son “prevenibles y coincidentes”. Esta cifra, a nivel mundial, registra, 536.000 fallecimientos de mujeres en esta etapa.
Las causas de estos fatales desenlaces son, principalmente: preeclampsia, hemorragia y aborto. En estos casos, el uso de anticonceptivos y las coberturas de atención prenatal juegan un papel importante. Así, se encuentra ante más problemas la población más desfavorecida, como mujeres pobres, indígenas o afrodescendientes, con un acceso más limitado a los servicios de salud.
El estudio afina más este tema y asegura que en las áreas rurales de Perú, el 74% de las mujeres da a luz en casa, sin asistencia de personal sanitario y, en las comunidades indígenas, la proporción asciende al 90%.
Pero el país americano que peor suerte corre es Bolivia, con la tasa de mortalidad materna más alta en la región ardina, registrando 290 muertes al año. En estos casos, las complicaciones más frecuentes son obstétricas, hemorragias e infecciones que se podrían haber evitado con una correcta atención, tal y como describe el informe.
Otro de los problemas que sigue aumentando el número de muertes es el embarazo en adolescentes, puesto que estas tienen entre 2 y 5 veces mayor riesgo de muerte que las mujeres mayores de 20 años. También sus hijos tienen más probabilidades de fallecer durante la infancia, tal y como explica también el informe.
Después de este análisis, la CIDH recomienda a los diferentes estados que eliminen las barreras estructurales que limitan el acceso a servicios de salud a las mujeres, sobre todo durante el embarazo y parto.