

Te lo habrán aconsejado casi un millón de veces, pero de verdad a día de hoy seguramente no sepas con certeza por qué es tan importante lavarse la cara dos veces al día.
Es un hecho, hay recomendaciones que escuchamos de una forma repetida y que de alguna manera interiorizamos sin reparar demasiado en los beneficios, propiedades que pueden aportar o suponer en nuestra piel.
En este caso, como se suele decir de una forma tan natural y espontánea, cuando el río suena, agua lleva. Y es que lavarse la cara dos veces cada día, es bastante importante.
En este artículo desgranamos la importancia que este gesto contiene, pero la realidad es que el propio hecho de limpiar el cutis ya es muy importante de por sí, independientemente de las veces que lo hagamos.
Siempre será más acertado acompañar este proceso con los productos adecuados, específicos. Para consultar qué soluciones limpiadoras son las mejores pincha aquí 👉: mejores limpiadores faciales.
La limpieza de la piel, es un gesto esencial, un pilar, en el cuidado facial
Al limpiar el rostro y retirar las impurezas nuestra dermis respira y logra deshacerse de la carga que le acompaña a diario, liberándose.
Este estado de pulcritud e higiene, lo necesitamos claro está para que no se sucedan las infecciones en nuestra tez, algo muy muy importante, pero no es el único motivo que nos interesa conocer.
Al retirar la suciedad también estamos eliminando posibles daños de cara al presente y en el futuro de nuestro rostro, porque los restos de suciedad también pueden afectar en cómo nuestros tejidos envejecen.
Si cada día nos maquillamos, con bastante frecuencia y tras una jornada bastante larga nos vamos a dormir con los restos de maquillaje y suciedad, el proceso de regeneración que la piel realiza de forma natural durante las horas nocturnas, simplemente no podrá efectuarse.
Así que de una forma inevitable saturaremos y obstruiremos nuestro cutis cada vez, haciendo que este se muestre vulnerable, apagado y con falta de vitalidad.
Además la sequedad estará mucho más presente favoreciendo que las arrugas y los pliegues se sucedan con una mayor facilidad y rapidez.
Del mismo modo, también hay que añadir que la falta de limpieza puede suponer un riesgo para nuestros tejidos, sobre todo si nuestra piel es más grasa. Al producir de una forma natural un exceso de sebo, podemos multiplicar las posibilidades de sufrir acné, espinillas y granitos.
Por lo tanto, tal y como podemos comprobar la no limpieza del rostro, ya sea por pereza o por otras causas, puede suponer un terrible desenlace en nuestro cutis.
No te olvides: hay que limpiar la piel por la mañana y por la noche
Otra creencia, totalmente equívoca, es pensar que mientras más limpiemos el rostro, es decir, más de de dos veces al día, conseguiremos deshacernos de la suciedad de una forma más eficiente.
La realidad, es que este gesto, de repetir una y otra vez la limpieza del cutis, solo aportará daños que incluso pueden llegar a ser severos.
Nuestra dermis de una forma natural contiene una película, grasa, que la protege. Si reiteradamente la limpiamos, acabaremos eliminando por completo esta protección natural.
Por lo tanto, lo más acertado será seguir un método de limpieza que abarque dos momentos principales del día, la mañana y la noche.
Independientemente de nuestro sexo o género, este gesto es vital para nuestros tejidos, así que no dudes en sumarte a los cuidados faciales utilizando productos de limpieza ideados para el cuidado masculino e incluso, productos que abarcan un cuidado unisex 👫.
Los puedes consultar en este enlace: mejores limpiadores faciales para hombre.
Limpia en profundidad tu rostro por las mañanas
Cuando nos despertamos, el hecho de limpiar el rostro en realidad puede llegar a significar algo más. Porque, ¿ quién no ha tenido la sensación de no terminar de despertarse hasta limpiar el rostro?.
El agua es un elemento que se asocia a la purificación desde antaño, por lo tanto, por las mañanas su uso tan interiorizado en nuestra rutina, nos aporta mucho más de lo que pensamos.
Además, por qué no decirlo, se trata de un gesto que recién levantados apetece bastante porque tras las horas de sueño nuestra piel amanece (normalmente) algo desvitalizada.
Enjuagarla con agua, significa también activarla, despertarla, prepararla para enfrentar el día.
Otro punto a favor de este gesto tan significativo es la capacidad con la que nuestros tejidos cuentan de una forma natural durante las mañanas, para estar mucho más receptivos, dispuestos a recibir los tratamientos que en ellos extendemos.
Así, de este modo, es fundamental utilizar la solución correcta que definitivamente logre terminar de activar nuestra recién amanecida piel, para sentar las bases en nuestra dermis y poder incluir en ella los cosméticos que mejor le sientan.
Además, otro aspecto relevante por el cual la limpieza del cutis por las mañanas se torna indispensable, es por la cantidad de grasa o sudor que de una forma más o menos natural acumulamos.
La formación de brillos en el rostro es más frecuente, por eso es importante aplicar desde primera hora soluciones que aporten algo más de tratamiento, tal y como ocurre cuando practicamos la doble limpieza.
No te preocupes, si no conoces este tratamiento de limpieza más profunda, en este artículo te lo explicamos bien 👌. Pincha aquí: doble limpieza facial.
Limpia en profundidad tu rostro por las noches
Otro momento crucial de nuestra jornada para limpiar el rostro, no menos importante, serán las noches 🌜⭐ .
Las noches, son el momento indicado para deshacernos de una forma definitiva de los restos de maquillaje, suciedad, polución o sudor (entres otros), que nos han ido acompañando a lo largo del día.
Además, incluir por las noches una relajante actividad de limpieza en el cutis, te aseguramos que no solo aportará beneficios en tu dermis, sino que además sumará una agradable sensación de bienestar.
El uso de maquillaje es algo esencial para algunas/os de nosotras/os pero la realidad es que los excedentes que causan en nuestra piel, si no los erradicamos al final del día, pueden suponer más inconvenientes que ventajas.
Si utilizamos por ejemplo, bases de maquillaje o polvos compactos, estamos creando una capa que mejora el aspecto de nuestros rostro, pero que a su vez consigue no dejar transpirar nuestros tejidos como deberían.
Si a esta capa de maquillaje le añadimos las cantidades de suciedad que van acumulándose, como la grasa ocasionada por los restos de sudor o las partículas contaminantes que se encuentran dispersas en el aire, obviamente, no sumaremos aspectos positivos, sino lo contrario.
A veces, puede generarnos un poco de pereza el hecho de eliminar la suciedad a estas horas del día, pero tras los distintos aspectos que hemos mencionado, damos por hecho que sobran las razones para dejar esta pereza a un lado y armarte de constancia y paciencia.
Utilizar las herramientas adecuadas es esencial para lidiar con la pereza y retirar los restos, la suciedad que se acomodan en nuestra piel, nuestros ojos de una forma casi definitiva, sobre todo en el caso del maquillaje conocido como resistente al agua, de larga duración o waterproof.
Puedes incluir soluciones micelares, muy apropiadas paras las pieles sensibles, geles específicos para pieles grasas o aceites desmaquillantes ideales para retirar los restos grasos y el maquillaje resistente.
Si cuentas con una piel seca, también puedes hacer uso de bálsamos limpiadores o leches limpiadoras. Respecto a este último producto, tan agradable y nutritivo, tenemos un artículo ideal para ti y tu deshidratada dermis.
Lo puedes consultar 🧐 haciendo click en este enlace: mejores leches limpiadoras.
Una vez hayas realizado la limpieza nocturna diaria, tu cutis podrá funcionar durante las horas de sueño con total normalidad, estimulando y favoreciendo su regeneración.
Los 3 errores más comunes cuando lavamos la piel
Lo creamos o no, lo cierto es que al lavar la piel con agua también cometemos errores que contienen una mayor o menor importancia, pero que de cierto modo van sumando algunos aspectos negativos en la dermis.
La importancia de estos errores, realmente tiene mucho que ver con la frecuencia con la que los cometemos, ya que si los repetimos de una forma constante acabarán teniendo una mayor repercusión en nuestra tez.
Para frenarlos y dejar de repetirlos de una forma constante, habitual, lo primero que debemos hacer (desde nuestra humilde opinión) es conocerlos bien y saber identificarlos ✍✔.
Los más comunes son:
1. Utilizar productos poco adecuados
Estarás pensando que esto no tiene una relación directa con el hecho en sí de lavar el rostro, pero lo cierto es que de forma regular cuando mantenemos la limpieza del cutis, también añadimos cosméticos que nos faciliten esta labor.
A menudo, puede suceder que no sepamos a ciencia cierta como se utilizan estos productos, incluyendo por ejemplo el uso de agua en soluciones que no lo requieren.
Esto puede afectar a tu piel, sobre todo porque acabarás retirando los beneficios y propiedades que el producto en sí conlleva y aporta.
Otro aspecto, es incluir soluciones limpiadoras que contienen formulaciones algo engañosas o cuentan con agentes químicos.
Antes de comenzar a utilizar un producto que elimine la suciedad, asegúrate de utilizar el correcto; si está formulado con ingredientes que cuenten con un origen natural mucho mejor.
Además, procura que no esté compuesto con agentes dañinos como lo son los conocidos sulfatos, parabenos o siliconas.
Una divertida propuesta es realizar tu mismo/a un limpiador facial en casa.
Si no sabes bien como hacerlo, te dejamos claro como el agua 💧 los pasos que tienes que seguir, pinchando en este enlace➡ : cómo hacer un limpiador facial casero.
2. No regular bien la temperatura del agua
Ni demasiado fría, ni demasiado caliente. Si quieres lavar tu rostro de una forma correcta, debes tener muy presente esta frase porque evitará, sobre todo, que la sequedad se apodere de tu piel.
Es muy común, sobre todo en los meses donde el frío aprieta, utilizar por las mañanas agua demasiado caliente para lavar el cutis, indistintamente, por las mañanas y por las noches.
Como resultado, notarás como tu piel cada vez se muestra más seca, ya que el agua caliente no es nada aconsejable.
Del mismo modo sucede con el agua demasiado fría; lo mejor es que busques el equilibrio, siendo lo ideal utilizar agua templada o tibia de una forma constante, así tu dermis no sufrirá alteraciones repentinas.
Además de ser un error frecuente, regular la temperatura del agua para evitar la sequedad también será una forma de nutrir, humectar la piel.
Por lo tanto, podemos decir que se trata de una necesidad básica para un cuidado óptimo de nuestra tez. Existen otros cuidados, que debes conocer.
Nuestra propuesta 💌, la encontrarás pinchando en el enlace: necesidades básicas de cuidado de la piel.
3. Realizar movimientos exagerados o bruscos
Los movimientos exagerados o bruscos, sobre todo cuando tenemos algo de prisa, a veces los realizamos de una forma inconsciente, sin darnos cuenta.
Sin embargo, podemos terminar dañando significativamente nuestro cutis, sobre todo si nuestras piel es más vulnerable de lo normal o demasiado sensible.
Utiliza complementos adecuados para la limpieza facial, es decir discos de algodón, ejerciendo siempre la presión adecuada.
Para evitar dudas, te recomendamos extender tu solución limpiadora elegida mediante suaves movimientos circulares.
Así controlarás mejor la presión que ejerces sobre tus tejidos, de una forma más controlada.
A modo de resumen, hemos seleccionado algunos de los errores más frecuentes que repetimos al lavar el rostro, pero como queremos que sepas identificarlos todos, los incluimos en este artículo: 15 errores que estás cometiendo al lavarte la cara.
Completaremos este gesto de limpieza, si además de saber qué pautas, errores cometemos, añadimos distintas formas naturales de retirar la suciedad del cutis.
Te proponemos finalizar con un suave masaje facial, utilizando un aceite muy refrescante y nutritivo, el aceite de rosa mosqueta.
Su aroma, la nutrición que aporta y su capacidad para regenerar la dermis del rostro te enamorarán.
Pero además de terminar con un masaje, tan natural🌾🌿 , puedes optar por distintos métodos que te contamos, para dar por terminado este artículo, en el siguiente enlace: 5 formas naturales de limpiarte la cara.
¡Cuídate y no olvides lavar tu cara dos veces al día! ❣❣❣❣