Necesidades básicas para cuidar la piel

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Sabemos que cuidar la piel es una necesidad básica, pero…¿realmente sabemos bien, a ciencia cierta, qué necesidades básicas son imprescindibles para cuidar la piel?.

Desde nuestra experiencia, te contamos que han sido muchas las veces que mediante prueba-error, hemos creído que conocíamos a fondo qué tratamientos o qué pasos debemos realizar para cuidar de nuestro cutis y no hemos obtenido los resultados que tanto ansiábamos.

Tras profundizar e investigar un poco en este tema, es decir, en las necesidades básicas para cuidar la piel, hemos llegado a una conclusión:

Es imprescindible compartir los conocimientos adquiridos con todas/os vosotras/os porque, consideramos que se trata de un tema importante.

Aunque cada piel cuenta con sus propias características y necesidades, existen una serie de reglas, que podemos llamar “reglas de oro” que son universales y que lo único que aportarán serán beneficios en tu rostro.

Sin más tapujos, a continuación te mostramos cual son los aspectos más relevantes que debemos cuidar para lucir una piel bonita y por supuesto, saludable.

Como los cuidados naturales nunca están de más, comenzamos aportando 5 formas muy saludables de ponerlos en práctica: 5 formas naturales de limpiarte la cara.

Las 8 reglas imprescindibles para cubrir las necesidades que aclama tu piel

Tanto de forma individual, como si nos centramos en estas necesidades de una forma global, la realidad es que cada una de ellas suma cuidados en nuestra piel y son esenciales para que nuestros tejidos luzcan tal y como queremos.

Aunque a priori, podamos creer que se trata de aspectos complicados, objetivos, recomendaciones difíciles de alcanzar lo cierto es que cuidar de nuestros tejidos es mucho más sencillo de lo que creemos.

La clave: paciencia, constancia y conocer bien, en profundidad, qué aspectos son esenciales para cuidar la piel.

Enseguida te los contamos todos, con detalle.

1. Aprende a diferenciar qué cuidados son específicos, según tu tipo de piel

En cualquier cuidado facial que se precie, es importantísimo, antes de iniciarnos saber reconocer cual es nuestro tipo de piel.

Un error (bastante común, por cierto) es considerar que podemos utilizar cosméticos, productos en el rostro sin tener en cuenta que esto puede repercutir negativamente en la piel.

Pero algo mucho peor, desde nuestra opinión, es poner en práctica nosotras/os mismos un autodiagnóstico del tipo de piel con el que contamos.

Nuestros tejidos cuentan con muchos matices, muy diversos, siendo los cuidados de un piel mixta con tendencia grasa muy distintos de los cuidados que por ejemplo requiere una piel seca.

En el caso de la piel seca, incluso existen limpiadores faciales que suelen ser más adecuados ya que aportan un extra de hidratación como ocurre con las leches limpiadoras. Las mejores lociones faciales están a tu alcance aquí: mejores leches limpiadoras.

Por todos estos motivos, lo tenemos claro: una de las principales necesidades, más básicas para el cuidado de la piel es conocer precisamente qué tipo de tejido nos define.

Aunque hacer un autodiagnóstico no es la mejor opción, entendemos que tras años de experiencia conoces a fondo tu piel mejor que nadie en este mundo.

Sin embargo, no es lo más adecuado, si quieres asegurarte y no utilizar productos que puedan ser contrarios a las necesidades que tu dermis aclama, mejor consulta con un experto que te asesore y te guie en tu camino hacia el mejor cuidado facial.

2. En el rostro conviven diferentes tipos de piel, presta atención a las áreas más sensibles

Tan solo tenemos que recorrer con la vista nuestro rostro para darnos cuenta que la piel del cutis no es exactamente igual en todas las áreas que lo conforman.

No tener esto en cuenta, también puede añadir efectos que no nos gustarán demasiado ya que, sobre todo para dos áreas concretas del rostro, existen productos específicos para tratarlas y por lo tanto, cuidarlas.

Las dos áreas a las que debes atender en el cutis de una forma especial, son el contorno y la zona del labio superior también conocida como zona del código de barras.

Estos dos perímetros comparten una cualidad general, y es que contienen una piel extra fina, delgada y muy delicada.

Esto se traduce en una capacidad especial para que las arrugas, surcos, se instalen de una forma considerable en ambas áreas.

Sobre todo en la zona del contorno, es habitual advertir otras características a las que del mismo modo, debemos otorgarles importancia.

Una falta de sequedad que se repite constantemente, es habitual en la piel que rodea nuestros ojos, por ello aportar la humedad y la hidratación necesaria, jugará un papel fundamental en las necesidades básicas que nuestra dermis necesita.

Además en este perímetro es frecuente que se repitan otros problemas, siendo el contorno una zona donde el cansancio y el agotamiento se refleja de una forma bastante visible.

La hinchazón, la aparición de bolsas y la creación de ojeras pueden entristecer y desmejorar notablemente nuestra mirada.

Por ello tenemos que hacernos con los productos adecuados y mantener cada día, que además de los cuidados que nuestro rostro necesita debemos extender contornos, ideados, específicos para tratar tanto la piel de los ojos como la zona del labio superior.

3. La clave del éxito: realizar cada día una limpieza profunda

Un aspecto fundamental, que no debe escasear en nuestra rutina facial es realizar sin excepciones, cada día, una limpieza que elimine en profundidad cada uno de los restos de suciedad o maquillaje, que reposan sobre nuestra piel.

Podemos recurrir a distintos productos o incluso alternativas, que son naturales y que realmente funcionan.

De una forma conjunta, además de estas soluciones de limpieza, igualmente importante será mantener esta limpieza constantemente.

Habrás notado en algunas etapas de tu vida que tu piel se muestra menos luminosa, sobre todo con el paso de los años.

Esto sucede porque de una forma natural nuestros tejidos van perdiendo cualidades, con las que gozábamos en nuestra juventud.

Este hecho, además no depende del género porque las pieles masculinas por supuesto, también sufren este deterioro.

Su limpieza, también es fundamental; conoce qué productos puedes utilizar en este artículo: mejores limpiadores faciales para hombre.

Pero con bastante frecuencia, una piel apagada, con falta de vitalidad o que incluso cuenta con imperfecciones o espinillas, puede asociarse a una falta de higiene y limpieza.

Una piel saturada puede ser el detonante de problemas más graves, tales como infecciones.

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Por este motivo, te proponemos que cada día te fijes una meta, un objetivo a seguir de forma constante, limpiando la tez de tu rostro dos veces, por la mañana y por la noche. Puedes guiarte por las recomendaciones que añadimos en este artículo: ¿por qué es importante lavarse la cara dos veces al día?.

Ya que otro aspecto relevante son los limpiadores que usamos, es decir, las soluciones de limpieza ideadas y pensadas para eliminar los excedentes en tu piel te proponemos utilizar los mejores.

Para revisar que productos de limpieza, cuentan con las mejores propiedades solo tienes que clicar aquí: mejores limpiadores faciales.

4. Deshazte de cosméticos que contengan formulaciones tóxicas

Los agentes tóxicos, que tan a menudo forman parte de formulaciones cosméticas, a día de hoy queda bastante demostrado que no favorecen en nada a nuestro rostro y que tampoco aportan beneficios a nuestra salud.

De hecho, cuando se habla de agentes sintéticos como sucede con parabenos, sulfatos o siliconas, más bien sucede lo contrario, exponiendo nuestra salud y nuestro organismo a la formación de graves problemas, en el presente o de cara al futuro.

En la actualidad hay un cambio latente de mentalidad con respecto al uso de este tipo de sustancias, siendo muchas las firmas de cosméticos que han decidido apostar por incorporar en sus formulaciones ingredientes naturales, que protegen nuestra salud.

Aprovechando esta ola saludable de firmas que se unen a esta causa, de cuidar y proteger la piel de una forma más natural…¿para qué seguir utilizando cosméticos que pueden causar daños severos en nuestro organismo?.

Además, incluso estas prácticas naturales se han instalado en nuestro hogar ya que podemos encontrar muchísima información para realizar cuidados más alternativos y caseros.

Nosotras aportamos nuestro granito de arena, añadiendo este artículo: cómo hacer un limpiador facial casero.

5. Practica la exfoliación, al menos una vez a la semana

Entre las distintas necesidades, que debemos incluir para que nuestros tejidos estén saludables, en forma, hay una práctica que tampoco podemos dejar en el tintero, siendo fundamental exfoliar la piel al menos una vez a la semana.

Cada día sumamos muchísimos excedentes, restos de polución y suciedad en nuestros poros que, tras finalizar la jornada quedan completamente obstruidos y saturados.

Hemos interiorizado ya el hecho de realizar una limpieza cada día por la mañana y por la noche o también podemos optar a realizar una doble limpieza, siguiendo estos pasos: doble limpieza facial.

Pero, lo que no debemos descuidar de ninguna manera es exfoliar el cutis, ya sea con cosméticos específicos o exfoliantes caseros.

La exfoliación aplica una limpieza interna de los poros mucho más profunda, consiguiendo retirar de una forma definitiva aquella suciedad que con la limpieza diaria nos cuesta más trabajo eliminar.

Una vez que hemos exfoliado bien nuestra tez, es importante retirar los restos con agua, lavando bien el rostro.

Debido a que se trata de un gesto que repetimos cada día, cuando lavamos el rostro solemos confiarnos pero te aseguramos que hay algunos aspectos, errores, que debemos vigilar de cerca.

Conoce todos estos errores, con un solo click en el enlace: 15 errores que estás cometiendo al lavarte la cara.

6. Nutre tus tejidos: bebe mucha agua y añade productos humectantes

La contaminación a la que está expuesta de una forma constante nuestra piel no solo afecta a nuestros poros, cargándolos de suciedad, sino que además también puede alterar de una forma visible a la hidratación que de una forma natural, generan nuestros tejidos.

La polución, el aire acondicionado o incluso, una exposición solar excesiva puede generar sequedad en la piel.

Lo primero que queremos recalcar, es una necesidad muy básica, un aspecto vital: el hecho de beber cada día la cantidad de agua que necesitamos para recuperar la elasticidad, la hidratación perdida.

Creemos que solo debemos nutrir nuestra piel de una forma tópica; por supuesto es muy importante añadir cosméticos que cuenten con componentes humectantes, pero la hidratación tópica en la piel siempre se debe acompañar de la ingesta de agua recomendada.

Así conseguiremos aportar la hidratación interna que nuestra dermis y nuestro cuerpo necesita.

En cuanto a la cantidad que se aconseja, seguro que ya la sabes de sobra, pero por si acaso te volvemos a recomendar beber los dos litros diarios que tantos beneficios nos reportaran.

7. Los rayos del sol, no siempre son una fuente de vida y salud

De los rayos del sol podemos aprovechar muchísimos aspectos positivos, sobre todo la cantidad de vitamina D que portan, tan necesaria para que nuestro organismo, nuestras defensas, mantengan el rendimiento adecuado.

Podemos disfrutar cada día de unos 10 minutos de sol, cargando no solo energía sino un buen puñado de vitaminas y propiedades que la piel y el cuerpo necesita.

Pero, cuando hablamos de rayos del sol y en concreto de rayos UVA no todo son ventajas, porque los daños nos acechan.

Es importante que a diario utilicemos una protección solar adecuada que nos proteja, que sea 50 +, sino queremos que las arrugas prematuras, manchas solares y daños severos en la piel, nos visiten de una forma prematura.

8. ¡Cuidado con las agresiones externas!

Hemos añadido los daños que los rayos del sol ocasionan en la piel, pero no se trata del único agente externo que debemos tener presente hoy en día.

La polución nos acompaña de una forma constante, más de lo que nos gustaría, por ello debemos vigilarla de cerca haciéndole frente con cosméticos que incluyan ingredientes calmantes y con cualidades protectoras.

Tampoco debemos olvidarnos de las garantías antioxidantes, muy necesarias para hacer frente a los agentes externos.

Estas propiedades las encontraremos de una forma natural en componentes como el extracto de manzana o el extracto de jengibre.

Como último dato, solo añadir una pequeña recomendación: intentar cubrir estas necesidades básicas cada día, de una forma constante. Aunque ahora mismo pueda parecerte un mundo seguir estas 8 reglas de oro es mucho más fácil de lo crees.

¡Hazlo por ti, hazlo por tu piel! 🙂

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