

Exfoliar la piel es el primer paso para antes de aplicarnos cualquier tratamiento de belleza. Y es que necesitamos limpiar la piel y abrir los poros para recibir cremas, lociones y mascarillas. ¿Sabes Cómo hacer un exfoliante casero? En este post te enseñamos, para que ahorres en dinero y, de paso, utilices ingredientes naturales más respetuosos con la salud de tu piel.
Cómo hacer un exfoliante facial casero
Hacer un exfoliante es mucho más fácil de lo que parece y, además, realizarse un peeling casero aporta muchos beneficios a la piel, evitando que la piel del cuerpo y del rostro acumule impurezas y aparezcan arrugas.Es curioso que muchas mujeres descuidan este tratamiento de belleza tan importante o no lo hacen con la asiduidad suficiente. No hay que acudir a un centro de estética para hacernos una exfoliación, sino que basta con tener a mano un buen producto exfoliante que podemos comprar en el mercado o elaborar nosotras mismas.
Lo ideal es que visitar el centro especializado un par de veces al año, pero también hacernos nuestra propia limpieza cada 15 días o una vez en semana, siempre sin abusar, porque exfoliar nuestra piel es beneficioso pero también supone una agresión a la epidermis.
Estas son las mejores exfoliantes de:
Podrás hacer un exfoliante facial casero tan solo con productos como el aceite de oliva, aceite de almendras o de jojoba, azúcar, limón, avena y miel. Veamos cómo se preparan estos exfoliantes caseros.
El aceite de oliva es muy nutritivo y viene estupendo para alimentar nuestra piel. Sin embargo, también es cierto que es un aceite muy graso y que en pieles con acné puede no sentar del todo bien ya que produce sebo. Para pieles grasas, acneicas o sensibles tal vez les venga mejor sustituir el aceite de oliva por otro más suave como el aceite de almendras o el aceite de rosa mosqueta. Este último, además, es un aceite que mejora el aspecto de la piel borrando manchas y cicatrices, así que puede ser tu aceite ideal si sufres de este problema. Mientras que por otro lado, el aceite de jojoba es apto para pieles con tendencia a padecer acné y exceso de grasa.
Si quieres darle una cura más en profundidad a tu piel y nutrirla más profundamente, prueba el aceite de germen de arroz.
Pues bien, ya con los aceites en tu poder, mezcla dos cucharadas de cualesquiera de estos aceite junto con tres cucharadas de azúcar morena. Ve mezclando bien para que toda el azúcar quede bien impregnada del aceite y, a continuación, aplícalo sobre tu rostro. Deja actuar la mascarilla exfoliante durante unos 10 minutos. Date suaves masajes circulares con los dedos, muy lentamente para no causar arañazos ni daños a tu piel. Pasado este tiempo, enjuaga bien con agua tibia.
Otra alternativa es recurrir a la avena y la miel. En este caso, la mezcla la harás con 3 cucharadas de copos de avena y 2 cucharadas de miel. Mezcla bien y, si quieres, usa más cantidad de miel, pues es necesario que la pasta quede consistente. Toma un poco con tus dedos y, con suavidad, masajea tu rostro haciendo círculos. Déjala sobre tu piel unos minutos y enjuaga.
Si tienes acné, hay un exfoliante casero para piel con acné que consiste en mezclar 2 cucharadas de azúcar morena, con 2 cucharadas de aceite de coco orgánico, la ralladura de un limón y el zumo de este cítrico. Cuando esté todo bien mezclado, ponlo sobre tu piel y espera 10 minutos. Finalmente, enjuaga con agua tibia.
Aprende a combatir el acné:
Es bueno también que antes de aplicar el producto exfoliante previamente nos hayamos lavado la cara con algún jabón adaptado a nuestro tipo de piel. Si se trata de un jabón vegetal con germen de arroz, perfecto. Se trata de humedecer la piel para que no esté tan seca y, a su vez, eliminar la suciedad que llevemos del día.
El último paso de la exfoliación no termina cuando enjuagas el exfoliante que te hayas aplicado, sino aplicándote una buena mascarilla nutritiva que hidrate y nutra tu piel ahora que ya sí está lista para recibir un tratamiento de belleza que le devuelva la juventud, la salud y la belleza.
Cómo hacer un exfoliante corporal casero
Cuando se trata del cuerpo también hay que darle cuidados como a la piel del rostro, aunque por lo general, la piel del cuerpo es más dura, si bien esto dependerá de cada persona. Un exfoliante corporal casero no solo te ayudará a librarte de suciedad y células muertas sino que además activa la circulación sanguínea, ya que se aplica mediante masajes y con esa textura de rascar la piel que la reactiva. Al mismo tiempo que limpias y que estimulas la circulación también estarás ayudando a tu cuerpo a luchar contra la celulitis.
Hablando de celulitis, tenemos el café. Los posos de café mezclados con aceite de almendras o aceite de oliva son excelentes para masajear el cuerpo aplicando así un tratamiento exfoliante y anticelulítico. También es buena idea agregar a la mezcla un poco de azúcar. El momento ideal para aplicar este exfoliante corporal casero es en la ducha, después de enjabonarte, con la piel limpia y, posteriormente, te enjuagas y aplicas tu loción hidratante.
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¿Quieres otra opción para hacer un exfoliante corporal casero? El plátano. Un plátano maduro con 3 o 4 cucharadas de azúcar moreno. Se mezcla todo y se deja sobre la piel un rato. Luego se retira con agua caliente.
Y, si además quieres un exfoliante relajante y placentero, mezcla media taza de azúcar moreno, con media taza de aceite de almendras o aceite de oliva y la ralladura de una naranja o, si lo prefieres o tienes más a mano, la ralladura de un limón. Se aplica con un masaje.
También puedes masajear tu piel con sal marina, mezclando tres cucharadas junto con otras tres cucharadas de algún aceite que pueden ser oliva, coco, almendras o jojoba. Para aplicarla, primero que tu piel esté húmeda.
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